En la semana fui a la casa de Sol donde coincidí con Romina (amiga de amigos/as de amigos/as etc etc).
Nunca tuvimos un trato muy ameno, de hecho no nos llevamos para nada. Es de esas personas que quieren saber la vida y obra de todo el mundo… y lo sabe.
Lo primero que hizo cuando llego fue decirme que Enko parecía un murciélago y que solo a “personas como yo” se nos ocurre comprar un “bicho que asusta”. Así que imagínense como fue cual es nuestro trato.
Sol organizo una picada y llamó a los chicos para que fueran.
Romina empezó con sus preguntas, que era de mi vida, si estaba en pareja, cosas así.
- Y ustedes dos como hacen para coexistir después de tanto tiempo? –dirigiéndose a Franco y a mi- Digo, como se llevan?
- Silencio-
- No sabia que te habías recibido de psicóloga… -dijo Franco- Hubieras avisado que te organizábamos una fiesta.
- Jajaja, entendí entendí. Y vos Emiliana, seguís con Ian?
- …Parece que estas bastante informada, pero no, estoy soltera.
- Mira… y vos Fran, como van las cosas con la morocha? –tiró-
- De que hablas? –dijo Franco arrugando la frente-
- De esa chica con la que estabas cuando nos cruzamos en el boliche –dijo sonriente-
- Solamente hablábamos
- Seguro?
Franco no contestó, Gabi y Nico saltaron un poco en su “defensa”, por así llamarlo.
Al rato ella se fue y quedamos los de siempre, cerca de la una y media le pedí a Sol que me llamara un taxi, Franco quiso llevarme, le dije que no, me dijo que no quería que me fuera sola a esa hora, le dije que no me iba sola… que me iba con Enko.
Al ratito llegó el taxi, salude a los chicos, agarre mis cosas, Franco agarro a Enko y me acompañó hasta abajo.
- Porqué la mirada? –me preguntó, sonreí-
- Ninguna mirada… me devolves a Enko? –dije agarrándolo de sus brazos-
- Tenemos que hacer régimen de visitas…
- Mmm… no creo que le gusten las madrastras…
Que la cuenten como quieran
Hace 8 años