Día largo el domingo.
Estaba muy cansada, con un humor que mejor ni hablar. Lo único que quería era dormir. Almorcé con la familia y a la noche se suponía que íbamos a cenar con los chicos, pero cuando terminé de bañarme me quedé dormida en el sillón.
Me despertó el teléfono de casa a eso de las 23 hs. Era Franco diciéndome que me estaba llamando desde hace rato.
Alrededor de las doce llegó a casa, yo seguía en el living mirando la tele tapada con una frazada.
- Que sexy amor -dijo dándome un beso-
- Sabes que hacer si no te gusta…
- Porque me contestas así? –dijo ya con un tono molesto-
-
No te contesto de ninguna manera, simplemente te digo que si no tenías ganas de verme directamente no hubieras venido
- Que?
- Lo que escuchaste… -dije haciendo zapping-
-
Traje helado –dijo alzando la bolsa-
pero me parece que no es la noche adecuada…
Lo miré y se acercó a abrazarme y besarme.
- Porque estas así? –me preguntó sin dejar de mimarme-
- No estoy de ninguna manera Franco, estoy cansada y quiero ir a acostarme, nada más.
Estuvimos un rato en el living y después nos fuimos a acostar. Hablamos dos segundos, yo seguía distante
Me abrazó para dormir y al rato me corrí porque estaba incómoda.
-
Ahhh bueno… -dijo Franco levantándose de la cama-
- Que estas haciendo?
- Me voy a dormir a mi casa, porque no quiero discutir…
Se fue a eso de las 2, y yo no pude dormirme como hasta las 5.
Y ya sé…
fue culpa mía.