jueves, 15 de octubre de 2009

Fin de semana (II): segunda noche

Llegué a la habitación y me recosté en la cama abrazada a la almohada.
Me quedé pensando en lo que acababa de pasar y tenía ganas de ir a su habitación y decirle que lo necesitaba a mi lado… pero no lo hice.
No sé bien en que momento, entre los pensamientos que iban y venían, me quedé dormida…

Parecía que no habían pasado ni dos horas cuando tuve una sensación de que la cama se movía.
No quise abrir los ojos… me negaba rotundamente a enfrentar este nuevo día cuando de repente siento un leve cosquilleo en la punta de mi nariz.
Confundida entre la pereza matinal y mi negación, decidí abrir lentamente los ojos… y ahí estaba él, mirándome desde el lado derecho de la cama y solo nos separaba una almohada.

- Seguís con la costumbre de dormir abrazada a la almohada…
- Ajam…
- También seguís hamacándote para dormir? –no fue algo que me sorprendió pero no pensé que se acordara-
- No me conoces tanto como pensás –dije y le toqué la nariz-
- Eso es subjetivo, depende quien lo mire –dijo y me corrió el pelo de la cara-
- …

Sacó la almohada que nos separaba y se acercó más a mí. Me acarició un rato la cara y después me agarró de la cintura para acercarme más y nos besamos.

- Mmm –dijo separando su cara de la mía-
- Qué? –dije impaciente-
- Estos besos matutinos no se parecen en nada a los que recordaba…
- …
-me aleje confundida y el me sostuvo del cuello-
- Son mejores…
- … –me reí pero el cortó mi sonrisa con otro beso-

Al rato me dijo que mejor nos levantábamos, que el día recién empezaba.
Proteste y le dije que era muy temprano… pero al final terminé haciéndolo.
Me hizo bajar así como estaba, porque “según él si voy al baño me voy a querer cambiar y voy a tardar sin sentido”.

Me llevo al patio de invierno donde había preparado el desayuno.
Café, tostadas (de ambos lados) con mermelada de manteca y medialunas de manteca.
Estuvimos ahí más de una hora y después me pidió que me fuera a cambiar y acotó algo así como “Puedo ayudar a desvestirte…” mientas subía las escaleras. Comentario que me causó mucha gracia.
Cuando terminé de cambiarme bajé y estaba poniendo un bolso en el auto. Me había pedido que me pusiera algo “muy cómodo” y en ese momento me di cuenta a que se debía.
Íbamos a jugar al tenis.

Yo no quería jugar, no jugaba desde hacía mucho tiempo pero llegamos al Náutico y no pude negarme.
Nos divertimos mucho y hasta en un momento me fui a recorrer el lugar ya que hacia rato no estaba ahí.
De ahí nos fuimos a comer y volvimos a la quinta a eso de las cinco de la tarde cuando nos dimos cuenta de que el clima pronto iba a hacer de las suyas.

A eso de las siete ya estábamos exhaustos, despiertos desde temprano, estuvimos todo el día dando vueltas y jugamos con Camel el resto del tiempo antes de que comenzara a llover, por lo cual tenía ganas de refrescarme y ponerme ropa limpia.
Franco dijo que se hacia cargo de la comida y que no fuera para la cocina cuando bajara ya que me quería dar una sorpresa.

Me tomé mi tiempo para bañarme, relajarme y arreglarme. Me seque el pelo, me pase crema por todo el cuerpo y me puse rimel y apenas brillo labial (no soy de maquillarme en exceso).
Decidí ponerme el conjunto de encaje negro con un vestido del mismo color con unos zapatos… Si señoras/es fui muy bien preparada, me gusta estar prevenida.
No sabía cómo se iban a dar las cosas, pero si de algo estaba segura era de que esa noche no iba a ser como la anterior y de que no iba a dejar que nada la arruinara… no esa vez.

La verdad no tengo muy claro que hora era cuando bajé, pero que llovía… llovía y bastante.
Bajé las escaleras y me dirigí al living donde estaba Franco esperándome ya bañado y perfumado… como siempre.
Sirvió vino en dos copas y brindamos.
Cuando estaba tomando de mi copa él apoyo la suya en la mesita, agarró la mía y se acerco para besarme. Minutos después se alejó de mí y dijo que iba a buscar algo de música.
Le dije: “Voy yo a buscar en mi bolso, yo traje…”, subí y me puse a buscar en el bolso.
No lo encontraba por ningún lado así que me fije también en la cartera. En ese momento entra a la habitación Franco:

- Acá están… los encontré –dije agitando los cd’s-

Iba caminando hacia la puerta y me agarró desprevenida cuando me besó…
Deje caer los cd’s al piso.
Mientras que nos besábamos y sus manos recorrían mi espalda, me llevó caminando para atrás hasta la cama donde me acostó.
Empecé a desabrocharle la camisa pero él agarró mis manos, las puso sobre mi cabeza y volvió a besarme hasta que llegó al cuello.
Me derriten los besos en el cuello, él lo sabe y se aprovecha de mi debilidad.
Mi respiración estaba alcanzando límites que ni pensé y su mano derecha iba subiendo por mi pierna… hasta que terminamos lo que habíamos empezado la noche anterior en el patio pero que yo no había sido capas de terminar.

Nos quedamos un largo rato acostados, no paramos de besarnos por dos horas mínimo, solo tomábamos milímetros de distancia para tomar aire.
Trajo el postre a la cama; helado de chocolate y limón con frutillas. Trajo una sola cuchara por lo que me dio el helado en la boca y me besó por cada cucharada.

- Me gusta mucho el gusto del chocolate en tu boca –dijo con risa pícara-
- Y a mi me gusta el gusto de tus labios… -dije y lo besé-

Sacó el pote de helado y las frutillas de la cama y salto a hacerme cosquillas.
Después de un rato nos quedamos en silencio y Franco me daba besos en el cuello y me tenia entre sus brazos.
Llegó un momento en que me estaba quedando dormida y estire el brazo para agarrar un almohadón como hago todas las noches.
Cuando lo voy a poner adelante mío para abrasarlo como si fuera una nena con su oso de peluche,
siento la mano de Franco que me lo saca de atrás.
Abro los ojos y doy vuelta la cabeza…

- Hoy yo te abrazo a vos… -me dijo en el oído-

Me besó, me abrazó y nos dormimos los dos haciendo cucharita.

(…)

El resto del fin de semana, (domingo y lunes) lo pasamos igual o mejor que el mismo sábado.
Definámoslos en desayunos en la cama, riquísimos almuerzos, tardes muy divertidas (en las que incluimos a Camel), sin cenas pero con muchísimo postre.

Llegamos a capital el lunes a eso de las siete de la tarde y estuvimos juntos unas cinco horas más.
Supongo que puedo decir que si bien el fin de semana no empezó como yo esperaba, terminó mucho mejor.
Por una lado no hago otra cosa que buscar significado y respuestas a lo que pasó; pero por otro lado quiero dejar pasar el tiempo y disfrutar de esto lo más que sea posible.
Hasta que llegue el momento de poner las cartas sobre la mesa.
Momento que no sé si llegará, y para el cual no creo estar preparada.

14 comentarios:

  1. Nunca se está preparada para ese momento. Pero me alegro que haya estado todo tan bien. Tal vez no haya necesidad de verbalizar. Como dicen, actions speak louder than words.

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  2. Me alegra que lo hayas pasado tan bien. Tené fé, quizás lo que uno piensa no es lo que vaya a suceder. Ahora hay que esperar a ver cual es la decisión del destino..

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  3. Me alegro que el finde terminara mucho mejor que como empezó!

    Ahora es tiempo de mostrar las cartas. Espero que puedan hablar y disipar dudas. Es la forma de saber donde estás parada.

    Besos

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  4. Guau que fin de semana genial mujer !
    No pienses mas...solo actuá-

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  5. Emiliaana ! :)
    siempre cuelgo y nunca paso por aca :|
    prometo ponerme al tanto de tus historias, un besote preciosa =)

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  6. Ay me alegro que la hayas pasado tan bien!
    No pienses tanto nena, disfruta! que lo demas se va dando solo.


    te mando un beso enorme,
    cuidate
    Ara.

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  7. Qué bello relato de amor.
    Qué lindas son esas sorpresas acompañadas de detalles románticos.

    Un beso grande

    Lolita

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  8. Encontré tu blog de casualidad y la verdad que me atrapó. Yo creo que lo tenes que hacer es dejar que las cosas fluyan. Disfruta el momento

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  9. Me leí toda tu historia.. Sinceramente, me encantó!
    Un besote, te leo

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  10. emi ,estoy super enganchada con la historia ,porque aunque es en un punto mas leve, me siento identificada..
    espero tu prox post para enterarme como siguen las cosas con franco

    un beso enorme:)

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  11. Disfruta de estos maravillosos momentos ...solo deja que fluyan !!...estoy muy feliz por ti !!..besitos :)

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  12. Éso fue muy envidiable jaja.
    Me alegro por vos.

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  13. Espero que este fin de semana lo haya hecho enamorar mas de vos, y que terminen comiendo perdices for ever, yo que no te conozco mas que a traves de tus historia creo que sos una buena mina, espero el tambien lo sepa,
    Besotes

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