Viviendo con papá

Estoy un poco desaparecida estos días.. hasta de mi propia casa.
Papá se separo de Nora y esta viviendo en la casa de San Isidro y yo estoy pasando mi semana acá, acompañándolo.

Me había olvidado como era vivir acá.. la casa grande con parque, la tranquilidad y el silencio.
Quiérase o no, por más lugar tranquilo que vivas, capital es un mundo totalmente deferente, al que obviamente uno, a la corta o a la larga, se acostumbra.
Así que acá estoy, voy y vengo, de acá para allá todo el tiempo...

También me había olvidado lo que era convivir con papá. Que me haga el desayuno todas las mañanas, que se preocupe por si como o no, que me pregunte si necesito algo.
Me lleva y me trae a todos lados, y por más que ya este acostumbrada a manejarme sola, entiendo que él necesita hacerlo para mantenerse ocupado.

Ahora esta haciendo un asado porque se viene la cena de hombres, como pasa siempre.
Jorge, Ian, Horacio y Nacho vienen en un rato y yo… yo estoy saliendo para lo de Sol a pasar noche de chicas.

Ocupándome

Me leen bien…y sí, estoy bien, estoy tranquila.
Estoy en un momento en el que otras veces me costó horrores mantenerme por esas cosas que me eran imposibles de dejar atrás y venían a mi cabeza una y otra vez.

Después de tener esos días nulos decidí levantarme y seguir adelante. El mundo no se detiene porque tenga recuerdos, por lo que halla sufrido en el pasado o porque halla cosas que me duelan.
Uno tiene que aprender a vivir con todo eso, aprender a manejarlo y transformarlo en algo productivo, en algo que te empuje hacia delante.

Pasando esta etapa de tranquilidad con amigos y personas que no dejan espacio para ocuparse de otra cosa que no sea divertirse.

Contratapa

Contrariamente a los días anteriores, no estoy pasando mucho tiempo en casa.
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Así es más o menos están mis días, con alguna que otra modificación como ir al cine o a caminar por algún lado, etc.

Estoy pasando mucho tiempo con Cande y su panza de 4 meses.
Dos veces por semana la paso a buscar ara ir al gym y hacer bicicleta y cuando no vamos a caminar y terminamos comprando cualquier cosa para bebé que nos llame la atención (lo cual sería todo prácticamente).

Algunas que otras cosas

Pase un rato agradable la otra noche cenando en lo de papá.
Comimos y después de un rato me fui para que pudieran tener charla de “hombres”, como habían planeado.

Se preguntarán por mi relación con Ian.
La verdad es que siempre fue buena, siempre tuvimos un excelente trato y lo seguimos teniendo.
Evidentemente nuestra relación como pareja no funciono por cosas que ustedes ya saben (y otras no) pero él no me demuestra ningún tipo de rencor ni incomodidad hacia mí, es más, todo lo contrario.
Sigue comportándose como siempre y las charlas son amenas.
Tan así es la cosa que el lunes me llamó y nos encontramos para tomar algo. Pero es solo eso, dos personas que se llevan bien y pasan un lindo rato, sino no hubiera accedido.

Y respecto a mi estado de ánimo, les cuento que va mejorando.. por lo menos estoy saliendo más y ya vi a Cande porque sino me ahorcaba y la verdad es que yo la estaba extrañando horrores.

No se acepta un no como respuesta

Ayer fui a visitar a papá ya que fue imposible negarme después de su llamado telefónico.
Me encontré con un ambiente tenso, papá estaba con un humor bastante particular y no tardé mucho en darme cuenta de que el problema era con Nora. Ella se fue al rato que yo llegué y yo le insistí a papá para hacer una torta.

Por suerte logré que se despejara un poco de lo que sea que estaba pasando y entre la charla y los café se hizo de noche.

Nos dimos cuenta de la hora que era porque llegaron Jorge e Ian.
Querían que me quede a comer con ellos; yo no quería porque era una cena de hombres y no quería interrumpir; pero a cual de los tres eran más insistentes, así que terminé cenando ahí.

Standby

Y si, sigo de la misma forma que la última vez que escribí.

Salgo a correr a la mañana, voy al trabajo, vuelvo, estoy en casa, preparo las cosas y me voy a ensayar.
Como siempre ensayar es lo único que me despeja y me hace sentir relajada.

Vuelvo a casa, no sin antes pasar por un kiosco, me doy una ducha calentita para relajarme y hago exactamente lo que quería en el post anterior.

Me acuesto en la cama debajo de la frazada para comer chocolates… aunque sin perro.

Perdida en los pensamientos que no tengo

Y pienso en que escribir y cada oración que hago termina borrada.
Y no sé que me pasa porque en realidad no me pasa nada. Estoy en esos días en que simplemente quiero estar tapada con una frazada tomando algo calentito.
Y me gustaría tener un perro para que este debajo de la frazada conmigo comiendo chocolate.

Creo que fue la semana más baga de este año.
No me junte con los chicos, cancelé el turno con el doctor, no fui a lo de Ana, no almorcé con papá como todas las semanas… y bla bla bla de cosas que no hice.

Hoy a la tarde vino Cande, a la que tampoco llamé en toda la semana, ni un mensaje.
Obviamente trajo una torta, como cada vez que quiere hablar de algo, pero fue tan evidente que no tengo ganas de nada que se quedó al lado mío haciendo de cuenta que le prestábamos atención a la tele.