martes, 19 de abril de 2011

Flamenco

Cada vez que me mudo, es como que una chispa se aviva y me da ganas de hacer cosas nuevas. Me cambia el espíritu.
Empecé con clases de flamenco. Hacia tiempo que no lo hacía y la verdad es que arranque con todas las pilas.

El que se puso contentísimo fue el abuelo cuando le conté. La abuela bailaba de joven, y su mamá también y para él es seguir la costumbre familiar de alguna manera.

En casa todo en orden, ya todo en su respectivo lugar, gracias a mi locura por el orden.
Enko tiene nuevo amiguito (por así decirlo), un chiguagua que vive en el edificio de al lado y que cada vez que nos ve salir no para de ladrar como desquiciado.
Como pueden ladrar tanto con unos pulmones tan chiquitos?

5 comentarios:

  1. que bueno te felicito, yo tambien ya en casa nueva pero todo con las patas para arriba todavia en medio de un millon de arreglos, cambios y deco puf!!!

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  2. No se, pero pareciera que la molestia del ladrido es proporcional a la pequeñez del can que lo emite. No me gustan los perros chiquitos solo por eso jaja

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  3. Oh que bien! y eso de los perritos, yo tengo una perrita y es verdad, ladran mucho y por cualquier cosita :)

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  4. qué lindo.
    yo baile clásico español durante más de diez años, y realmente me llena el alma!!!!!!!!!!!!!!!!!
    un beso grande emi :)

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  5. Doy fe...hace tiempo viaje en un ascensor minimo con un chiguagua y cuando me ladró me agarro taquicardia del susto...en fin.

    saluditos

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