Ufa

Y fue un cumpleaños como cualquier otro… o no.
La verdad es que no sé.

Llegar y que Nico le grite a Nacho “ahí llego tu cuñada del alma”.
No evitar decir “yo lo dije” cuando Franco dijo que no iba más al psicólogo porque resulto que no era cosa para él.
Ponerme a hablar con Nacho de que ya no estoy con Ian, y que me pregunte “¿él lo sabe?”, señalando con la cabeza a su hermano y contestar “Debe saber…”, porque gracias a Dios a mi no me dijo nada.
Contener el abrazo que me dio ganas de darle después de cantarle el feliz cumpleaños.

Entrar a casa después de que Lucio y Cande me llevaran, y suspirar profundo antes de cerrar los ojos al apoyar la cabeza en la almohada para poder dormirme.

Y sobre todo, tratar de echarle la culpa a todo lo que estoy pensando a “esos días del mes que nos toca a las mujeres”; pero el problema es, que no estoy tan segura de que sea por eso.