lunes, 2 de noviembre de 2009

Domingo de noche

Como ya saben el domingo a la noche nos encontrábamos en lo de Sol a comer unas pizzas.
La idea era encontrarnos “todos” a las 21 hs, no llegar tres horas tardes y con cara de superado. Pero eso es normal en Franco cuando pasan cosas como la que había pasado a la tarde.

Llegó con una sonrisa pintada en la cara, como si se hubiera tragado un payaso dos segundos antes de pasar por la puerta, y como no podía ser menos… me saludó seco con un beso en la mejilla.
No me enojó, es más me causo gracia darme cuenta que a veces puede tener actitudes muy infantiles.
La cosa vino después cuando a Candelaria se le ocurrió comentarle a Lucio que yo había visto a Ángela y Jorge en la casa de papá.
Lucio empezó a preguntarme sobre ellos, como estaban y esas cosas (también son amigos de sus padres), y yo empecé a contarle.

Mientras hablábamos Franco empezó a mirar el reloj (a pesar de que hacia 40 min que había llegado) y seguido de eso salía cada 15 min a hablar por el celular al balcón.
No paraba, no hacia otra cosa que mandar mensajes de texto y hacer llamadas hasta que de repente se le ocurrió empezar con sus comentarios. Obviamente dirigidos hacia mí.

1ª frase: “… seguramente estuviste muy entretenida, digo… para no querer hacer otra cosa”
2ª frase (una vez que ya habíamos nombrado al NN): “Aaaa.. ahora entiendo mucho mejor. ¿Como se iba a ir la señorita si estaba muy interesada en la nueva visita?, claro…”
3ª frase (ya la conversación estaba avanzada y empezaron los palos más pesados): “Lo que pasa es que no te importa.. es eso”
4ª frase (palo): “Una vez que yo te necesito, no pudiste”

Todos se miraban entre sí y yo lo único que dije fue que la terminara. No solo que no lo hizo sino que la seguía.
Un rato más tarde le sonó el celular y se fue al balcón, mientras que yo aproveché para salir a la calle.

Bajé por el ascensor y me fui a sentar en las escaleras del edificio.
Un rato después escuché la puerta detrás de mí y lo vi sentarse a mi derecha.

- Siempre saliste a la puerta a tomar aire, sea la hora que sea… -dijo mirando para la calle-

Yo no le hablaba, solo pensaba en la cantidad de cosas que quería decirle pero que simplemente no me salían.
Pasaron como 10 min en silencio. Solo su respiración y la mía. Solo los dos ahí sentados, uno al lado del otro.

- Quería verte hoy…
- …


- Hablame Emi –me dijo mientras me acariciaba la espalda-
- Estoy segura que no queres escuchar lo que tengo para decir
- …
- Era muy difícil estar bien no? Tenías que empezar como siempre, arruinando todo.
- Te pedí vernos y me dijiste que no… -dijo como si hubiera cometido una aberración-
- Y…? Y la veces que yo estuve en tu lugar esperando que pudieras desocupar tu agenda para vernos?... y siempre tenes algo mejor que hacer
- No es así… yo quiero verte, quiero pasar tiempo con vos –dijo y me corrió el pelo de la cara-
- A veces no parece. No hay una sola vez que no tengas algo más importante, soy un juguete intercambiable para vos.
- No seas injusta, no es así y lo sabes… -dijo como si fuera en cerio-
- Que no sea injusta? Vos sos injusto que una vez que yo digo “no” vos lo haces pasar como el fin del mundo y te pones en el papel de una víctima que no sos.
Entonces que tendría que decir yo de todas las veces que vos me reemplazaste por cualquier otra cosa o que cuando estábamos juntos no eras capaz de dejar pasar una llamada…
- No volvamos al pasado Emiliana
- Bueno.. al presente entonces. Pero para, -dije como si buscara algo entre mis pensamientos- … hoy día lo seguís haciendo. Me pareció que hoy lo habías hecho… -sarcasmo-
- Vos estabas muy concentrada hablando de las visitas –comentario que sonó a reproche-

Me levanté y caminé unos pasos.

- Que querías que hiciera, que me quedara ahí escuchando como un idiota lo bien que la pasaste con otro tipo? –se paró y caminó hacia el lado contrario de donde yo estaba-
- Si hubieras puesto un mínimo de atención te habrías dado cuenta de que estaba hablando de Jorge… pero no, el señor no escucha razones
- Pero aparte estabas con un tipo… o no?
- … y la seguís –dije enojada- …y después de todo –dije y me acerque a él que estaba de espaldas- cual es el problema, vos podes verte con Julia o no?

Se dio vuelta para mirarme, pero no dijo nada.
Nos quedamos un rato más en silencio. Yo quería que él me contestara… que emitiera algún sonido, pero nada, como siempre que tocábamos algún tema relacionado con eso.

- Me voy adentro –dije-
- Para… -dijo y me agarró del brazo- por favor…

Nos miramos a los ojos. Yo con un nudo en la garganta, y él con una mirada que no pude descifrar.
Me besó. Nos besamos. Y después me fui arriba y él se quedo ahí.

No hablamos más. Yo me fui sola a casa y al rato recibí un mensaje de texto:

“Perdoname.”
De: Franco

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“… ya no sé por qué perdonarte”
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8 comentarios:

  1. Eso si que es un hombre histérico. Hacer de la nada, todo. Si no podés, no podés, que boludo x dios.

    Suerte

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  2. Falta que quiera la chancha y los veinte!. Está bien que hayas aceptado que es un juego, pero tampoco la pavada, Emi. Tarde o temprano van tener que terminar hablando de ustedes, llamando a las cosas por su nombre... porque sino, no se puede.

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  3. Que tipo pelotudo dios santo. Me hace acordar a mi ex. Vos tenes que ser una santa pero el si quiere puede irse a las Vegas y casarse por error. Son todos iguales !!

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  4. Histérico y orgulloso!
    Terrible. No sé si de verdad merece tu atención, Emi.. Al parecer, no cambia más.

    Un beso!

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  5. histeria masculina! Pero vos estuviste bien Emi! un beso

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  6. Hombres !!!!...quieren todo !!...besos Emi

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  7. Yo no puedo creer lo histéricos que resultan ser los hombres.
    No quiere que te enamores de él, no quiere algo serio, pero te hace un displante en cuanto te cruzas con otro tipo?
    Hiciste bien en plantearle lo que te pasa Emi, capaz que se da cuenta de las cosas y cambia un poquito.


    Te mando un beso enorme,
    cuidate
    Ara.

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  8. Parecia una historia de pelicula, que caradura ese muchacho! mucha suerte, besos capa :)

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